Japón ha sido testigo del descubrimiento de la pieza de joyería coloreada artificialmente más antigua hasta el momento. El periódico Mainichi Shinbun, uno de los principales periódicos de Japón, publicó que esta cuenta de color de 23.000 años es un gran hallazgo. Hoy en COOL te contamos su historia.
23.000 años de color
Este gran hallazgo para los historiadores se hizo público justo antes de su debut en el Museo de Arte y Museo de la Prefectura de Okinawa situado en Naha, Japón.
De esta histórica pieza de joyería se sabe que fue tallada en una concha de colmillo, a la que aplicaron un un pigmento rojo del cual en la actualidad solo quedan pequeños resquicios en las ranuras de la concha. El lugar del descubrimiento fue la costa de Okinawa, sitio en el que ya se localizan las ruinas de seis Gusuku, fortalezas típicas de la cultura de Okinawa que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Dentro de una de las muchas cuevas que hay en esta zona, se encontró esta cuenta de color que data el Período Paleolítico Superior. Lo que significa que tendría aproximadamente 23.000 años de antigüedad.
A parte esa misma cueva se descubrieron otras grandes reliquias de la historia de la humanidad, como el anzuelo de pesca más antiguo del mundo y un trozo de pigmento que en su momento se habría utilizado como un lápiz de color. De esta cueva se sabe que hasta el Período Jomon, hace 15.000 años, estuvo habitada continuamente por sucesivas generaciones de personas. Motivo por el cual es una gran zona de interés para exploradores e historiadores de todo el mundo.
Ahora mismo, esta cuenta de color de 23.000 años está a la vista como parte de una exposición dedicada a los intercambios entre humanos a lo largo de la historia, el dugongo de Okinawa (un mamífero en peligro de extinción propio del lugar) y el coral.
Se espera que esta joya proporcione mucha información a cerca de la cultura paleolítica, ya que se considera un excelente ejemplo de desarrollo creativo temprano.
